El pasado 3 de mayo, se conmemoró un nuevo Día Mundial del Asma, fecha que se celebra con el fin de involucrar a pacientes en la atención y control de esta enfermedad, para así reducir los mayores factores de riesgo y enseñar a las personas de qué forma actuar en caso de un ataque o crisis asmática.
¿Qué es el asma?
Es una enfermedad crónica inflamatoria que ocasiona que las vías respiratorias produzcan exceso de mucosidad, volviéndose más angostas e inflamadas.
Además, el asma provoca malestares respiratorios, los que pueden ser una importante limitante en las actividades cotidianas y que, si no es tratado a tiempo, podría causar ataques graves y, hasta mortales.
Causas
Suelen variar, pero, por lo general, se encuentran las siguientes:
- Alérgenos que se transportan vía aérea como el polen, ácaros del polvo y esporas del moho, entre otros.
- Infecciones respiratorias, como un resfriado común mal cuidado.
- Actividad física en exceso
- Aire frío
- Contaminantes del aire e irritantes, como el humo o smog
- Algunos medicamentos como la aspirina y antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno y el naproxeno sódico
- Emociones fuertes y estrés
- Sulfitos y conservantes añadidos a algunos tipos de alimentos y bebidas
- Enfermedad por reflujo gastroesofágico, un trastorno en el que los ácidos estomacales se acumulan en la garganta.
Principales síntomas
También suelen variar según la persona, pero por lo general comprenden:
- Falta de aire
- Dolor u opresión del pecho
- Sibilancias al exhalar en los niños
- Problemas para dormir causados por falta de aliento, tos u otros problemas respiratorios
- Tos o sibilancia al respirar que empeora con un virus respiratorio, como un resfriado o gripe.
¿Cómo prevenir el asma?
A pesar de que no se puede prevenir en sí, es recomendable identificar y reducir la exposición a sus principales desencadenantes a través de medidas como:
- Evitar el contacto con el humo de cigarrillo
- Trabajar en la limpieza a fondo para prevenir ácaros en casa
- Liberarse de toda mascota con pelaje y, en lo posible, escoger hipoalergénicas.
- Preocuparse de evitar plagas como cucarachas
- Es importante limpiar cada rincón de la casa de manera regular
- Utilizar insecticidas mientras la persona asmática no se encuentre en casa
- Evitar el contacto con el polen y moho
- Reducir la humedad en casa.