Pronto serán dos años desde que llegó esta pandemia a nuestro país y a medida que pasa el tiempo, van descubriéndose nuevas variantes del virus SARS-CoV-2. Hoy nos enfocaremos en las que más han dado qué hablar en la actualidad: Delta y Ómicron.

Los virus suelen ir cambiando y mutando con el pasar de los meses y esta no es la excepción. Así es como nacen las diversas variantes que se diferencian en características como la velocidad de propagación, gravedad del contagio, secuelas y reacción ante las vacunas, entre otras. Pasemos a ver de qué trata cada una.

Variante “Delta”

Registrada por primera vez en la India, es considerada altamente peligrosa, ya que cumple con los tres criterios de evaluación utilizados por la OMS: Aumento de transmisión o cambio perjudicial en la epidemiología del Covid-19; aumento de la virulencia o cambio en la presentación clínica de la enfermedad y disminución de la eficacia de las medidas sociales y de salud pública en diagnóstico de vacunas y tratamientos.

Esta es una cepa que se caracteriza por ser muy transmisible y que podría disminuir la eficacia de las vacunas, motivo por el que se recomendó una dosis de refuerzo. Los principales síntomas que se presentan son: dolor de cabeza, dolor de garganta, secreción nasal, tos y fiebre sobre 38°.

Variante Ómicron

Considerada altamente contagiosa, esta cepa desarrolló mutaciones que le permiten adherirse más fácilmente a las células humanas, replicándose así en el tracto respiratorio superior, lo cual produce que se esparza de una forma mucho más rápida que la variante Delta y otras que suelen replicarse mayormente en el tracto respiratorio inferior (pulmones).

Respecto a esta nueva variante, nuestra Directora Médica, la pediatra Carolina Valdebenito expone que “la letalidad es menor que en las variantes previas, lo que se ha visto reflejado en la disminución de la tasa de ingreso a la UCI, sobre todo en pacientes vacunados”, agregando además que “probablemente esta sea una de las primeras etapas para comenzar a normalizar un poco este virus, al igual que los otros virus respiratorios que suelen encontrarse en el país y el mundo”.

Entre la sintomatología de ésta, encontramos: secreción nasal, dolor de cabeza, fatiga –leve o severa-, estornudos y dolor de garganta.

¿Cómo prevenir el contagio de estas y otras variantes del COVID-19?

El equipo experto de Clínica Maitenes coincide en que debemos conservar el autocuidado con la prudente distancia social, constante lavado de manos, utilización de alcohol gel en caso de encontrarnos en lugares abiertos y correcto uso de mascarillas: “Idealmente KN95 o FFP2, ya que son las que poseen un mayor porcentaje de efectividad y si no se tiene acceso a ellas, se recomienda utilizar una mascarilla de tres velos que sea de uso médico, es decir, no se recomienda el uso de aquellas que son de tela, género u otro material”, asegura la doctora Carolina Valdebenito.

Además, es esencial priorizar la importancia de un diagnóstico correcto, oportuno y seguro: “El autocuidado y la responsabilidad social deben ser prioridad (…) si tras realizarte un test, éste sale positivo, lo correcto es aislarte y alertar a quienes estuvieron contigo, sugiriéndoles que se realicen este PCR dos días después del contacto”, concluye la doctora.

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Recuerda que si presentas sintomatología asociada al SARS-CoV-2, debes llegar directo a nuestra sede de Urgencias, ubicada en Autopista del Sol, Km. 70, Sector los Jazmines. Melipilla.

Fuentes

https://www.bbc.com/
https://www.uchile.cl/

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