Ya lo sabemos. Cada piel es distinta y, por lo tanto, todas requieren de diferentes cuidados. Si bien existen más, hoy nos enfocaremos en los cinco tipos de piel más comunes: normal, seca, grasa, sensible y mixta. ¿Quieres saber en qué se caracteriza cada una y cómo darle el cuidado adecuado a la tuya? Entonces sigue leyendo:
Piel Normal
Suele ser un tipo de piel suave y elástica, con poros pequeños y buena circulación. A diferencia de otros, las personas que poseen estas características no experimentan reacciones adversas a los productos que se aplican en su piel y ésta cuenta con un aspecto muy equilibrado.
Cuidados
- Debes limpiar tu rostro diariamente, de día y de noche
- Exfoliar como máximo dos veces a la semana tu piel, para así eliminar células muertas e impurezas
- Utilizar cremas hidratantes y una específica para la zona del contorno de tus ojos.
Piel Seca
Posee una textura más áspera y descamada que el resto de las pieles, lo que se debe probablemente a la falta de hidratación y producción de grasa en la dermis. Suele ser menos elástica y muchas veces, tiende a picar.
Cuidados
- Consumir al menos 2 litros de agua al día, ya que esto ayudará a hidratar tu piel de forma interna
- Evitar los productos cosméticos a base de alcohol y sulfatos
- Utilizar diariamente una rutina con cremas hidratantes, serums y protector solar
- ¡Importante! No utilizar agua muy caliente al bañarte o limpiar tu rostro.
Piel Mixta
Tal como su nombre lo dice, aquí hablamos de una combinación de dos tipos de piel: seca y grasa. Pero, ¿qué características tiene entonces? Suele ser brillosa en la famosa “zona T” –frente, nariz y mentón- por lo que también es más propensa a desarrollar impurezas en esas partes de la cara y en la parte de las mejillas, tiende a ser normal/seca.
Cuidados
- Limpieza profunda de día y noche, diariamente
- No usar productos hechos a base de alcohol, ni para piel grasa
- Usar agua tibia para lavar el rostro
- Si vas a usar productos cosméticos, deben ser indicados para pieles mixtas.
Piel Grasa
Generada principalmente debido a la genética, estrés o cambios hormonales. La piel del rostro es totalmente brillosa, con alta producción de granitos, puntos negros y otras impurezas. También es muy común encontrar en este tipo de piel, los poros notoriamente abiertos. ¿Lo positivo? Son las pieles que más demoran en envejecer, ya que la grasa previene la producción de arrugas.
Cuidados
- No utilizar productos cosméticos hechos en base a aceite
- Limpiar el rostro de día y noche con productos antibacterianos para así evitar que se acumule más sebo (grasa)
- Usar productos que posean carbón activado, ya que éstos absorben las impurezas.
- No frotar la piel, ya que esta fricción puede generar aún más grasa en tu piel.
Piel Sensible
Es aquella que está más propensa a irritarse e inflamarse, generando una muy baja tolerancia hacia gran parte de los productos cosméticos y no solo a ellos, sino que muchas también hacia el calor u otras temperaturas. Otra característica común, es que quienes poseen piel sensible suelen experimentar condiciones de rosácea o eczema.
Cuidados
- No usar productos con fragancias o alcohol
- Utiliza productos que sean de textura ligera
- ¡Importante! Siempre utilizar protector solar para cuidar tu piel de quemaduras
- Usar una leche limpiadora o agua micelar como desmaquillante
- Tras limpiar el rostro, se recomienda secar tu piel con una toalla dando suaves golpecitos.
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